Estrategia mundial sobre régimen alimentario,
actividad física y salud
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
VIERNES, 15 DE JULIO DE 2011
Se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales. Aproximadamente un 85% de la carga mundial de morbilidad atribuible al escaso consumo de frutas y verduras se debió a las enfermedades cardiovasculares, y un 15% al cáncer. El consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable en todo el mundo, oscilando entre 100 g/día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 g/día en Europa Occidental.
En el informe de una reunión consultiva de expertos organizada recientemente por la OMS y la FAO acerca de la dieta, la nutrición y la prevención de las enfermedades crónicas se recomendó como objetivo poblacional el consumo de un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras con el fin de prevenir enfermedades crónicas tales como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad. En ese informe se afirma que hay pruebas convincentes de que las frutas y verduras reducen el riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares y de que probablemente también reduzcan el riesgo de diabetes. El informe señala que los tubérculos como las patatas y la mandioca (yuca) no deben incluirse entre las frutas y verduras.
Una revisión internacional de alto nivel sobre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) concluyó que el consumo de frutas y verduras puede reducir el riesgo de cáncer, y en particular de cánceres gastrointestinales. El CIIC calcula que la fracción prevenible de cánceres debidos a una ingesta insuficiente de frutas y verduras oscila en todo el mundo entre el 5% y el 12%, y entre el 20% y el 30% en el caso de los cánceres gastrointestinales.
El mandato de la OMS
El mandato de la OMS consiste en mejorar la salud pública mundial, prestando especial atención a la reducción de las desigualdades en materia de salud. En 2002, los Estados Miembros pidieron a la OMS que elaborara una Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud en el contexto del aumento de la carga de enfermedades crónicas. Durante una serie de reuniones consultivas regionales para elaborar la estrategia, los Estados Miembros señalaron la importancia de que la Organización colaborara con ellos de forma proactiva para ayudarlos a incrementar el consumo de frutas y verduras.
En mayo de 2004, la 57ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud, que ofrece a los Estados Miembros y a otras partes interesadas una serie exhaustiva de opciones de políticas que, si se aplican plenamente, reducirán significativamente las enfermedades crónicas y sus factores de riesgo comunes, entre ellos el escaso consumo de frutas y verduras.
Teniendo en cuenta este mandato de la 57ª Asamblea Mundial de la Salud y los reconocidos beneficios del consumo de frutas y verduras, la OMS se propone fomentar activamente dicho consumo en todo el mundo, y en especial en los países en desarrollo. La incorporación del consumo de frutas y verduras a la prevención nacional de las enfermedades crónicas y a los programas de salud escolar es un objetivo central.
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